Siete picos desde el peón caminero de Navacerrada

El Domingo 11 de Diciembre de 2016, El Club Alpino Español llevó a cabo la ascensión que se puede ver en el siguiente mapa:

 

mapa del recorrido de la ascensión

13 personas (10 humanas y tres perrunas) Afrontaron desde las 9 de la mañana este largo recorrido. Entre ellos 3 socios, Francisco García, Íñigo López de Uralde y Rafael García, que ejerció como guía del club.

Tras una ascensión plácida al puerto por la pista forestal, al afrontar la subida al primer pico se empezaron a ver las dificultades de la ruta, que en total superaba los 900 m. de desnivel acumulado.

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La larga distancia combinada con los cortos días apremiaba al grupo y se tuvieron que limitar las paradas a las imprescindibles. Precisamente por esa premura, una parte del grupo, liderada por Íñigo, se adelantaron ligeramente y, tras tomar un desvío equivocado a la altura del quinto pico, comenzaron un descenso por las heladas cuestas de la humbría, hasta que se dieron cuenta y tuvieron que reunirse con el resto en el grupo en el tercer pico, añadiendo estos unos 100 metros de desnivel en condiciones penosas de adherencia del suelo.

Felizmente el grupo reinició la marcha juntos hacia Majalasna, el primero y más alejado de los picos, pero, por lo ajustado de la hora, se decidió, democrática e inteligente mente, obviar este último pico y bajar, por la trocha, hasta la fuente ezequiel ochoa.

Fué una elección que se tornó clave para el éxito de la ruta, como ya se verá más adelante.

Tras hayar la fuente continuamos por el tramo de la senda herreros que hay entre la fuente ochoa y la fuente de los acebos, donde un espectacular a la par que íntimo acebal nos sorprendió con su verde intenso en medio del rojo predominante del pinar que lo rodea.

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Desde allí la idea del grupo era acogerse en el descenso a la empinada y técnica trialera de la vejiga, pero un error en un cambio del poco transitado camino, que más bien era senda vacuna, hizo al grupo discurrir todo el resto del descenso hacia la base del valle por campo a través, unos 2 kilómetros en los que les sorprendió un precioso transito entre el pinar y el robledal, con unos cambios de color y luz tamizada que hicieron las delicias de los ya cansados caminantes.

Entre quejas humorísticas y socarronas, Rafael pudo guiarles por fin encontrar el camino, la pista que rodea el collado y va paralelo a la vía del tren, ya a la altura del río Pradillo, donde está la antigua y bella estación de siete picos, donde ya no para el tren, pero un precioso edificio aún resiste el paso del tiempo.

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poza en el regajo del puerto

Ya las fuerzas mermadas, el último arreón para superar los Baldíos y bajar por la ladera de la mina hasta el regajo del puerto y subir finalmente hasta el peón caminero, pasando por el muy aplaudido árbol de las cadenas, fueron las 10 de últimas, que hicieron llegar a todos bastante cansados, y al límite del tiempo de luz, tras 9 horas de andanzas montañeras. Tras esto se vio que evitar alcanzar Majalasna fue un acierto, pues hubiese comprometido la seguridad de la expedición, ya que, aparte de la luz decreciente, la niebla empezó a bajar por la ladera sur de Guadarrama cuando llegaron al final de la ruta.

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Grupo delante del monolito al fundador del CAE

Podeis ver todas las imagenes de la ascensión en facebook

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